miércoles, 22 de septiembre de 2021

Cuento rodado sobre el otoño

EL MISTERIO DEL OTOÑO

Había una vez una hoja que se cayó de un árbol y se volvió verde. Una persona llamada Paco la pisó y a la hoja le salieron alas. Esta quería venganza porque la habían pisado y voló hasta otra persona pero la pisaron otra vez. Esa persona era una bruja. La hoja la siguió hasta su cueva pegada a su feo zapato agujereado y cuando llegó a la cueva la hoja se murió del mal olor que había allí. Pero entonces revivió gracias a una poción de la bruja y se convirtió... ¡en un lobo! La hoja perdonó el pisotón de la bruja por haberla revivido.

A ese lobo le gustaban mucho las castañas y el otoño. Buscando castaños por el bosque, encontró a una loba y se enamoró de ella. Casualmente esa loba se llamaba Otoña. De repente, cuando estaban conociéndose apareció Paco que era cazador y el lobo le escupió una castaña que atravesó el ojo de Paco y le salió por la nuca. Paco corrió al médico pero los médicos no le dieron importancia y le dijeron que se pusiese una tirita.

Paco se enfadó tanto con los lobos como con los médicos y decidió volverse un villano. Como eso ocurrió el día que entraba el otoño, 22 de septiembre, se comenzó a llamar Pacotoñal. Ese mismo día Pacotoñal se encontró de nuevo con el lobo y el lobo volvió a escupirle una de sus sabrosas castañas pero Pacotoñal, con sus nuevos superpoderes, la esquivó. Sin embargo, la castaña rebotó en un árbol y el árbol, que era de hoja caduca, dejó caer todas sus hojas sobre el pobre Paco. El lobo, al ver tantas hojas, se acordó de cuando él era una hoja igual de pequeñita y vivía en un árbol. Entonces Pacotoñal aprovechó la ocasión para pisotearlas como solía hacer cuando iba a por setas.

El lobo intentó ayudar a las otras hojas pero al tocarlas se convirtió en otra hoja de nuevo. La loba que estaba ahí, al ver todo el suceso, empezó a llorar pero comenzó a comerse las castañas que el lobo había ido guardando con tanto esmero (de hecho pisó al lobo que se había convertido en hoja). Cuando pisó al lobo, el aullido que salía de aquella hoja llamó la atención de Pacotoñal y aunque era cazador, quería tener una mascota de aventuras. La hoja, al ver todo esto, no se sabe muy bien cómo, se convirtió en un chico que se llamaba Pachete. Cuando nadie lo esperaba, la loba se convirtió en una chica, pero no cualquier chica: era la bruja que había salvado a la hoja. Y ahora sí que sí, los tres se hicieron grandes amigos, vivieron felices y comieron castañas y frutos del bosque.

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