Érase una
vez, en un
pueblo muy cerca
de la costa, vivían
dos hermanos que
se llamaban Iker
y María.
A
los hermanos
les dijeron que
muy cerca de
donde vivían había
una isla.
Se lo
dijeron a sus
padres, y los padres
preguntaron:
¿Quién os
lo ha dicho?
Los
niños respondieron:
-El dueño
del bar de la playa.
Los padres
les dijeron que a él
no le hicieran
caso.
Pero preguntaron: ¿y por qué?
-Porque él antes
de que nacierais
vosotros nos lo
dijo a tu padre y
a mí.
Fuimos y
no había nada, tardamos mucho
en volver. Cuando llegamos
todos se rieron
de nosotros. Así que
no vayáis.
Los niños dijeron:
-Vale,
no iremos.
Al día
siguiente cuando su
padre compró el
periódico salió una
nueva noticia:`` Se ha
encontrado una isla´´
El padre
fue a casa
y se lo
contó a su
familia.
La madre
quedó alucinada pero
los hijos dando
brincos por toda
la casa. Los hijos
les pidieron ir a la isla, y tras
muchas decisiones los
padres decidieron ir.
Prepararon la
ropa, la comida y la tienda
de campaña.
Cogieron la
lancha motora y se fueron.
Al cabo
de unas horas
llegaron a la
isla. Sacaron todo y fueron a
conocer la isla. Entre
la arena María
encontró una nota,
se lo dijo
a Íker, y fueron
corriendo a decírselo
a sus padres. Su
madre la leyó
y decía:
``Al final
de la isla
encontrarás el árbol
mágico que te
concederá un deseo´´
Los niños
se pusieron muy
contentos al ver
la carta y querían
ir al árbol
mágico, los padres lo
pensaron y dijo
el padre:
-Bueno, si estamos
de vacaciones habrá
que ir a
algún lado.
-Será mejor
que nos pongamos
en marcha si no
queremos que se
nos haga de
noche -dijo la
madre.
Al
cabo de unos
minutos llegaron al
árbol.
Al lado
del árbol había
una taquilla y
dentro de ella
había un señor, que
les dijo:-¿Queréis pedir
un deseo al
árbol mágico?
María respondió: -Claro que queremos.
El señor
les advirtió que no tenían
muchas posibilidades de
que el deseo
se les cumpliera, pero el
señor les dijo
que si todos
pedían el mismo deseo,
el deseo se
les iba a cumplir
pero a
todos les tiene
que parecer buena
idea.
Todos se
pusieron a pensar
la idea.
Iker les
propuso: -¿Y si pedimos
que esta isla
sea nuestra?
A todos
les pareció buena
idea, fueron a pedir el
deseo lo tenían que
decir todos a
la vez.
Cuando pidieron
el deseo se
fueron a su
lancha y volvieron
a casa. Al día
siguiente les llegó una carta del rey
que decía:``
Esta carta es
porque la isla
que visitaron es vuestra ´´
Todos se
pusieron a saltar
por la casa
y estaban súper
contentos. Al cabo de
unos minutos llegó el señor de
la taquilla que
les preguntó si
querían que se quedara
allí. Todos respondieron: -Claro que te
puedes quedar.
Vivieron
allí para siempre
y se lo
pasaron genial con
lo que construyeron.
FIN
*Escrito por Yanira.
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